Resumen
Este trabajo estima y analiza el impacto ambiental de un plástico alternativo renovable a base de almidón (retarch) mediante la evaluación del ciclo de vida del producto (LCA), tomando como unidad funcional (FU) 1 kg de biopolímero. A partir de datos obtenidos en una planta piloto de bioplásticos, se identificaron los puntos críticos que afectan el desempeño ambiental del proceso. Como resultado principal, se encontró que el poliéster polibutileno adipato tereftalato (PBAT) contribuye con alrededor del 50 % del impacto total en la producción de productos de grado soplado de retarch (RB). Los resultados concluyeron que los bioplásticos reducen la huella de carbono y el uso de energía fósil en comparación con los plásticos derivados de combustibles fósiles, logrando ahorros de 1,63–2,10 kg CO₂ eq FU⁻¹ y 29,6–76,1 MJ eq FU⁻¹, respectivamente. Este trabajo analizó el impacto ambiental de seis escenarios de fin de vida (EOL) como posibles rutas de disposición de bioplásticos dentro de la política actual de gestión de residuos en la República de Corea. Los escenarios con menores emisiones de CO₂ fueron aquellos que incluyen créditos energéticos mediante la sustitución de electricidad en la red, como la incineración con recuperación de energía (2,88 kg CO₂ eq FU⁻¹ bioplástico) y la digestión anaerobia (2,74 kg CO₂ eq FU⁻¹ bioplástico). Esta LCA busca apoyar el desarrollo futuro de bioplásticos basados en almidón, destacando que la composición del plastificante PBAT juega un papel relevante en la huella de carbono. Además, esta investigación demuestra el método de disposición más óptimo para reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y su potencial como alternativa a los plásticos de origen fósil.
[…]
Conclusiones
Este estudio concluye que, aunque la adición de PLA y PBAT mejora las propiedades mecánicas de los bioplásticos a base de almidón, el PBAT representa el principal punto crítico ambiental al contribuir de manera significativa a los impactos evaluados. La comparación de seis escenarios de disposición evidenció que la incineración con recuperación energética y la digestión anaerobia son las opciones más favorables, pues reducen la huella de carbono y el consumo de energía al generar créditos ambientales. Se recomienda disminuir el uso de PBAT o sustituirlo por versiones de origen renovable, lo cual puede reducir entre un 16 % y 34 % la huella de carbono y ahorrar hasta 1,2 kg de CO₂ en digestión anaerobia. A futuro, la optimización y el escalamiento de los procesos de producción de pellets de almidón, PLA y PBAT permitirán mejorar aún más el desempeño ambiental de estos materiales, en línea con estrategias de economía circular y responsabilidad extendida del productor orientadas al ecodiseño y a la gestión de residuos postconsumo.
Consulte el artículo completo en este enlace (Vincular a “artículo científico”: https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2025.146178)
Información tomada y traducida del artículo científico publicado en Journal of Cleaner Production.
Imagen tomada del artículo.