Resumen
La mayoría de las empresas subestiman el potencial real de las actividades de la economía circular para aumentar la rentabilidad y asegurar la financiación. Al mismo tiempo, las instituciones financieras están ansiosas por financiar el sector, pero ambas partes a menudo luchan por aclarar qué califica para la inversión más allá de los modelos tradicionales de reciclaje.

Escalar la economía circular requiere más que buenas intenciones: exige políticas claras, alianzas estratégicas y mitigación de riesgos financieros e incentivos que aborden los desafíos clave de bancabilidad. Con un número cada vez mayor de directrices de financiación de la economía circular que están surgiendo en todo el mundo, la armonización es la clave para desbloquear un entendimiento compartido entre las empresas y los inversores.

Las Directrices Armonizadas de Financiación de la Economía Circular tienen como objetivo ayudar a los inversores, las instituciones financieras y las empresas privadas a identificar y cuantificar las oportunidades de canalizar la financiación a proyectos que apoyen una economía circular. Proporciona orientación para identificar las actividades que son elegibles para la financiación de la economía circular.

Las Directrices se basan en el éxito de otras taxonomías de finanzas sostenibles para la biodiversidad, las finanzas azules y los bonos verdes que ayudaron a crear nuevas clases de activos y movilizar capital privado para apoyar el desarrollo sostenible. Las Directrices tienen por objeto promover la convergencia de los mercados y ser adecuadas para su finalidad a nivel mundial. Son independientes del sector y se basan en la orientación existente para la financiación de la economía circular, alineándose en particular con el Sistema de Categorización de la Unión Europea y los Principios de Bonos Verdes de la ICMA (Asociación Internacional de Mercados de Capitales).

Se incluyen ejemplos ilustrativos de tipos de proyectos en seis sectores: electrónica y electrodomésticos, embalaje, textiles, construcción y entorno construido, automoción y transporte, y agroindustria.

Alineadas con los Principios de los Bonos Verdes, las Directrices Armonizadas de Financiación de la Economía Circular complementan las directrices sobre el clima, la biodiversidad, las finanzas azules y las finanzas sociales para ayudar a los inversores a alcanzar los impactos deseados.

Las Directrices sirven como una herramienta práctica para que las instituciones financieras y las empresas identifiquen, evalúen y cuantifiquen los flujos financieros para proyectos de economía circular.

• Para los funcionarios de tesorería, préstamos o desarrollo empresarial y el personal de inversiones, las Directrices ayudan a identificar los activos elegibles dentro de las carteras existentes, identificar nuevas oportunidades para los productos financieros de la economía circular y promover más inversiones en la economía circular dentro de su base de clientes.
• En el caso de las empresas y las pymes, pueden ayudar a desbloquear el acceso a la financiación de la economía circular y a posibles nuevos inversores adaptando los proyectos y las actividades para que cumplan los criterios de la economía circular.
• Para los inversionistas, las Directrices ayudan a identificar y generar confianza en torno a los productos financieros calificados etiquetados.

Descargue el documento con las directrices AQUÍ.

Información tomada y traducida de la página de la International Finance Corporation

Imagen tomada de Envato.