En 2020 se produjeron cerca de 4.500 millones de tarjetas SIM en todo el mundo. Thales y Veolia han unido sus fuerzas para ayudar a este sector del mercado a demostrar su compromiso ecológico.
El plástico polimérico que se encuentra en altas concentraciones en los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos es procesado en la planta de reciclaje de Veolia en Francia. Los ingenieros de Thales trabajaron junto con expertos de Veolia para desarrollar un proceso especial utilizando este nuevo material reciclado en la fabricación de tarjetas SIM que cumpliesen los requisitos de la industria de la telefonía móvil.
La tarjeta Eco-SIM tiene una huella de carbono neutra, ya que las emisiones de CO2 procedentes de su proceso de fabricación y de los componentes electrónicos que no pueden reciclarse, se compensan en su totalidad mediante el programa de compensación de carbono de Thales.
Este innovador producto ayudará a los operadores de telefonía móvil a conseguir su transformación ecológica, permitiéndoles responder a las preocupaciones medioambientales de sus clientes.
Información tomada de Veolia
