Herramienta de evaluación para ayudar a priorizar las acciones para reducir la contaminación plástica

Para abordar eficazmente la contaminación plástica de los productos que tienen más probabilidades de convertirse en contaminación, el Consejo Internacional de Asociaciones Químicas (ICCA), Plastics Europe y el Consejo Mundial de Plásticos proponen una herramienta de evaluación del árbol de decisiones para ayudar a priorizar las acciones para reducir la contaminación plástica de aplicaciones problemáticas con altas fugas.

Descripción general del árbol de decisión para evitar aplicaciones de plástico con altas fugas
Este árbol de decisión es una herramienta basada en criterios diseñada para identificar y abordar aplicaciones problemáticas y evitables de plásticos, promoviendo una economía circular y un medio ambiente sin contaminación plástica. Hace hincapié en un enfoque integral que tiene en cuenta todo el ciclo de vida de los plásticos y aborda aspectos críticos como el diseño del producto, la gestión de residuos y las exenciones.

A medida que los países de todo el mundo se enfrentan a diferentes realidades y necesidades, esta herramienta tiene como objetivo establecer criterios universales y, al mismo tiempo, permitir a los gobiernos flexibilidad para evaluar e implementar medidas a través de planes de acción nacionales. Consiste en un flujo de preguntas clasificadas basadas en la jerarquía de residuos (es decir, prevención, eficiencia de los recursos, reutilización, reciclaje, recuperación, incluida la recuperación de energía, vertedero y eliminación controlada).

Tres ramas integrales: circularidad, gestión de residuos y esencialidad
La herramienta integral guía a los usuarios a través de escenarios específicos que requieren acciones o evaluaciones de las condiciones nacionales y locales, lo que puede conducir al rediseño del producto o a la exploración de opciones alternativas.

La primera parte se centra en los principios de la circularidad de los plásticos y promueve estándares globales de “diseño para la circularidad” para reducir o eliminar las fugas de las aplicaciones. También pide una reevaluación.

El segundo evalúa la gestión de residuos en función de los objetivos de circularidad. Considera la disponibilidad de instalaciones locales de residuos y la posibilidad de mejorar el tratamiento al final de la vida útil de los productos y componentes plásticos, haciendo hincapié en la transición hacia una economía circular.

Por último, en la tercera parte se examina si la aplicación de los plásticos es esencial y tiene valor socioeconómico en un contexto nacional o local y si se dispone de alternativas ecológicamente racionales (desde la perspectiva de la evaluación del ciclo de vida).

Un camino rápido para acabar con la contaminación
El enfoque basado en aplicaciones de este árbol de decisiones puede aplicarse a todos los productos, fomentando políticas habilitantes a nivel mundial y nacional. Su objetivo es lograr la circularidad en un plazo determinado o sustituir los productos problemáticos (de plástico) por alternativas sostenibles. Al centrar los esfuerzos en los productos con mayor probabilidad de fugas, se allana un camino rápido y eficaz para acabar con la contaminación por plásticos.

Para conocer la herramienta acceda a este enlace

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