Emprendedores del Proyecto Plástico Infinito han construido el primer centro de reciclaje y transformación plástica que funciona con energía solar. El proceso de reciclaje se detalla a continuación:
“Empieza con la recolección, clasificación y limpieza del material. Después pasa por cinco máquinas: cuatro de diseño propio y una externa. La primera etapa es de transformación mecánica, que se hace mediante la trituradora, que convierte el reciclaje en hojuelas de plástico (trozos de menos de 1 cm2) y puede procesar cerca de 20 kg de material en una hora.
Luego, esta materia se transforma por calor con una inyectora manual que funciona con resistencias que calientan el plástico; cada 15 minutos se puede preparar una inyección. Su capacidad es de unos 400 g cada diez minutos y se utiliza para hacer productos pequeños y con más detalle.
Sigue la extrusora, que es una inyectora pero con un proceso continuo. Siempre está sacando un filamento de plástico que se puede tejer en caliente o en frío, hacer tiras, o incluso sacar madera plástica en pequeños formatos, máximo de una pulgada, con lo que se pueden hacer sillas y marcos de ventanas, entre otros objetos básicos para la construcción.
En la compresora –una especie de horno– se pone el plástico frío dentro de un molde, se calienta y se comprime para compactar; después se deja enfriar para extraer el material que ha adoptado la forma del molde. Es una de las máquinas más usadas.
La quinta, que no es propia, es la compactadora, que reduce el material en un 20 %, lo que facilita su manipulación y transporte. Se utiliza para procesar el material que no se introduce en las otras, como las botellas tipo PET –en las que se envasan las bebidas gaseosas, por ejemplo–. También se recogen latas y cartón.”
Información tomada del Periódico de la Universidad Nacional de Colombia.