Desde 2014 la Fundación Bahía se propuso concientizar a locales y turistas de la costa caribe colombiana, especialmente en Cartagena y Tierra Bomba, de la importancia de botar la basura como corresponde y no contaminar las playas y mares con plástico y otros materiales. Ha sido una tarea gratificante pero también compleja dada la precariedad para iniciar estas labores: en Tierra Bomba ni siquiera se depositaba la basura en bolsas plásticas y mucho menos había una preocupación por separar residuos reciclables de los orgánicos.
Fue así como la fundación, en cabeza de Diana de la Vega, se propuso adelantar trabajos de educación, de concientización sobre el problema de la contaminación ambiental, principalmente de plástico, de la mano de otras fundaciones, líderes de la comunidad, operadores de basura; todo para mitigar el impacto ambiental no solo generado por los turistas que dejan tapas de cerveza y colillas de cigarrillo en las playas como si no pasara nada, sino también de la propia población.
Hoy las noticias son positivas para Tierra Bomba. Ya hay un pequeño grupo de recicladores formalizados, ya hay conocimiento en la comunidad de cómo depositar las basuras y se ha coordinado con los operadores, horas y días puntuales para que los residuos reciclables sean recogidos y aprovechados en el Centro de Acopio de Cartagena Amigable. Gracias a la intermediación de la fundación, existe una bodega para guardar el material reciclable, principalmente hay un énfasis en el plástico, pero también los recicladores cuentan con la indumentaria apropiada, uniformes, carretillas y una base de formación para adelantar su trabajo. Sin embargo, los retos que siguen todavía son enormes. Se necesita el apoyo de las mismas industrias plásticas para, por ejemplo, costear el transporte desde la isla hasta Cartagena, pero también para apoyar y hacerle seguimiento a los recicladores que, además de esta ardua tarea, deben hacer otras actividades económicas para lograr su sustento.
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A enero de 2019, en la comunidad de Tierra Bomba el 60% de las casas estaban separando en la fuente y entregando material reciclable a su reciclador local.
Fundación Bahía es una de las precursoras de las jornadas de limpieza en el mar Caribe. Cada vez que se habla de una jornada de limpieza de playas y mares, se siente un alivio por el medio ambiente y queda en evidencia la poca conciencia que hay a la hora de reciclar y de cuidar los ecosistemas acuáticos. Estas brigadas de limpieza cada vez crecen más y buscan que su impacto ambiental sea sostenido en el tiempo y concientice a más personas de la importancia de aprender a botar bien la basura, a separar los residuos reciclables en la fuente y así no generar contaminación ambiental.
“Fuimos los primeros en realizar un festival de las artes en Tierra Bomba para mejor hacer llegar el mensaje ambiental a través de 7 murales, una canción y un video musical con talento local llamando al reciclaje y hemos contribuido a ese cambio de cara de Tierra Bomba, pues si las calles están limpias y el pueblo embellecido vendrán más turistas y la comunidad podrá beneficiarse de esa actividad económica. Creo que parte de la mejora de las condiciones de vida con un entorno más sano es indispensable hacer la conexión entre medio ambiente sano y posibilidad económica a través del turismo sostenible y ecológico”, comenta Diana de la Vega.
Después de las jornadas de limpieza, los residuos ordinarios son entregados al operador de aseo de la isla; mientras que los residuos reciclables, como desechos plásticos, se entregan a recicladores que a su vez los llevan al Centro de Acopio Cartagena Amigable.
En junio de 2018, una nueva jornada de recolección dejó números que dan esperanza en cuanto a la concientización de que todos podemos ayudar al medio ambiente. Según el portal de la Fundación Bahía el proyecto Tierra Bomba Limpia “dio como resultado 70 talleres de formación acerca de manejo de residuos y separación en la fuente, visitas en 450 casas y capacitación a 1.773 personas y a 4 recicladores locales, que aprovecharon 5,9 toneladas de residuos. Es de resaltar que se evitó que aproximadamente 20,8 toneladas de residuos, en su mayoría plásticos, cayeran al mar y a la bahía de Cartagena y se impactaron alrededor de 4.581 personas en talleres, eventos y salidas del Antares 71, barco de la Fundación Bahía. Luego, con la implementación del proyecto Tierrabomba Recicla: fortalecimiento comunitario para el reciclaje inclusivo, en el 2019 se logró fortalecer la organización comunitaria para el seguimiento y la implementación del PMIRS, de forma adecuada y sostenible, específicamente en el componente de aprovechamiento de los residuos sólidos”.
Una buena iniciativa que inspira a otros lugares de Colombia en los que sus ecosistemas acuáticos se han visto afectados por el mal uso de los residuos reciclables. Las jornadas pedagógicas frente al reciclaje deben mantenerse en Tierra Bomba, con un mensaje elemental pero que no sobra recordar: entre todos podemos salvar al planeta. Evitar la contaminación ambiental es tarea que no puede dejar indiferente a nadie.